Adiós, adiós, amada mía,
adiós, adiós, amada mía,
te amo y la palabra mueve
en la distancia gris que nos aleja,
mientras que gotea la arena de los días.
Estribillo
Nunca podré olvidar tu despedida
ni aquel último rollo de tu pelo.
Se agiganta mi angustia indefinida
por el amor truncado y es por eso
que reniego de mí, de tu partida,
de lo convencional, donde estoy preso.
Adiós, adiós, amada mía,
adiós, adiós, amada mía,
quién pudiera saber por qué se quiere,
porque el amor hasta de amor se queja.
y él no sabe ni borrar las lejanías.
Estribillo