Echele fuego a la olla, no tenga miedo cuñao,
que el guiso con poca leña
le va a salir sancochao.
No le mezquine fideos, aunque muera reventao
que aunque parezca mentira, morir lleno no es pecao.
Pa que andar con tanta vuelta
todo junto y mixturao
no se nota lo que suebra, ni lo que le haya faltao.
Hechele y pa que no digan, que ni gusto le ha sacao,
un chorrito de salmuera, y un insulto bien ablao.
Ahí anda Don Casimiro, medio curcuncho y quebrao,
cocinero de la estancia, mas ligero que un purgao.
Ahí anda Don Casimiro, bien roñoso y alunao,
escondiendo entre los cueros, los vicios que ha caloteao.
Un viejo talón partido, medio curcuncho y quebrao,
cantaba y pa que no peguen,
siempre se hacía el mamao.
Échele fuego a la olla, hirva mugre sin cuidao,
los chanchos estan esperando
mateando bajo el tinglao.
Cae al plato de aluminio
un caracú ya soplao,
tobiano por la tierrita
de papa que ni han pelao.
Toda la vida es un guiso
cuando uno anda mal pisao,
guisito de fuego lento
pero a veces requemao.
Ahí anda Don Casimiro
medio curcuncho y quebrao,
cocinero de la estancia
más ligero que un purgao.
Ahí anda Don Casimiro...