Una tarde oscura una gran solemnidad,
grandes personajes marchan con seriedad.
Forman la guardia de un gran cortejo,
es el funeral de un gran payaso, ese viejo...
Con mano de hierro trató de gobernar,
nadie lo quería se cansó de abusar.
Era corriente de mal talante,
y para su gente era un farsante.
Voy a desenterrar tus huesos,
y con ellos voy a hacer el fuego de la vida.
Voy a desenterrar tus huesos,
y con ellos voy a hacer el fuego de la vida.
Cientos de estandartes contemplaban su andar,
únicos testigos del más grande final.
Porque la gente siempre consciente,
festejaba esta muerte en silencio y en su mente.
Con un gran estruendo comenzo a diluviar,
y aquél gran cortejo se empezó a alborotar.
Poco a poco el funeral se convirtió en lodazal,
todo se fué revolviendo entre el cielo y el infierno.
Voy a desenterrar tus huesos,
y con ellos voy a hacer el fuego de la vida.
Voy a desenterrar tus huesos,
y con ellos voy a hacer el fuego de la vida.
"Yo que les dí una nación,
a cambio solo recibo esta absurda despedida.
Ahora solo me dan compasión,
si fueron miedo y rencor.
Ahora son solo cobardía."
Mira, mira, mira lo que puede pasar,
el cortejo en un segundo era un carnaval.
Unos corren para allá y otros corren para acá,
y en medio de todo el ataud fue a dar al lodo.
El payaso cayó, y la gente gritó:
"Ahora estás en tú lugar, y ahí te vas a quedar!
Ahora es mi tuno de bailar y cantar.
Vaya, vaya bufón, vaya, vaya con Dios,
a ver si te deja entrar, a mi déjame dudar.
Ya verás que tu cinismo, te va a llevar al abismo."