Va el pastor con su rebaño
al despuntar la mañana
bajando por el sendero
de la sierra a la pradera.
Va musitando sus quejas
con su flautín de carrizo
seguido por sus ovejas
como si fuera un hechizo.
El flautín
del pastor
a la real,
canta así.
El pastor ya va de vuelta
pues el sol se está ocultando
va subiendo por la cuesta
para guardar su rebaño.
Con su flautín va llamando
una a una sus ovejas
y les va comunicando
sus goces y sus tristezas.
El flautín
del pastor
a la real,
canta así.