De mañana temprano cuando asomaba el primer día,
al sepulcro vinieron varias mujeres cuando sol no había.
Ellas traían perfumes de ricos sabores que habían preparado, querían ungir al maestro aquel al que mucho habían amado.
Y qué es lo que pasó? Y qué es lo que pasó? La piedra ya no está, la piedra no está más.
Alguien la removió, alguien la removió, la piedra ya no está, la piedra no está más.
Recordaron entonces esas palabras que siempre decía: Necesario es que muera y al tercer día vuelva yo a la vida
Y corriendo llevaron esas buenas noticias a sus amigos, pero decepcionados: ninguno de ellos se lo crían.
La piedra no está más, te tienes que salvar, aquí está la verdad, te lo voy a gritar: toda la vida te lo pasaste perdiendo el tiempo pero escuchame.
Alguien la removió lo tienes que creer, lo tienes que creer, resucita para vos, resucita para él, la piedra no está más.