Temprano el mismo organillo en la entrada del callejón,
hizo volar la canción que en invierno nos despertó,
y al escucharla di vuelta la página treinta y dos,
del libro donde pusiste los pétalos de una flor.
Y cuando los ví, algo brillo, algo de ti,
que había olvidado
Y cuando los ví, algo brillo, algo de ti,
que había olvidado
De noche el viento que sopla escondido en el corredor,
hizo volar unos naipes que había en el velador,
y al ordenarlos de nuevo y dejarlos junto al reloj,
aparecieron los signos que el tiempo ha guardado.
Y ví un corazón un rey y un diez,
y me acorde de esta historia de amor,
y ví un corazón un rey y un diez,
y me acorde de esta historia de amor.