Hoy sopla el viento a mi favor
y calma el escozor de mis heridas,
le han dado un premio a mi vida,
un premio de onsolación.
Ya he conseguido ser lo que siempre quise ser,
vagabundo millonario,
con un jardín de estrellas
cada anochecer en una casa sin tejado,
y algunos sueños rotos por somier.
Y una maleta con las gotas de lluvia que encontré
y unos zapatos remendados con poemas que os guardé.
Y así se pasan los días,
se escurren de las manos como un pez.
Ya he conseguido hacer lo que siempre quise hacer,
puzzles sobre un escenario.
Sigo cantando para haceros entender,
sólo soy un chico de barrio,
pero tengo algunas cosas que ofrecer.
Una carpeta con las hojas de otoño que encontré
y un diccionario remendado con canciones que os guardé.
Y así pasan los días,
se escurren las manos como un pez.
Ya he aprendido a ser un pescador de nubes de algodón,
el socorrista de mi helado corazón,
el polizonte que viaja escondido en mi interior,
escondido en mi interior, escondido en mi interior.