Ya lo ves, no somos tan felices
qué mal se ha trabajado la cabeza
termina cuando parece que empieza
y mueren en las hojas las lombrices.
Ya lo ves, volaron las perdices
que aquellas viejas rimas cobijaban
los sueños, que también las abrigaban
desmontan cabizbajos los tapices.
Ya lo ves, medirse y desmedirse
es el vulgar camino hacia el fracaso
se escurrió el carretel sobre el regazo
de la razón, que ya se contradice,
ni en nulos, ni en enteros, ni en pedazos, ya lo ves,
mejor lo que se dijo, no se dice.
Ya lo ves, se suman aprendices
la herida insoportable no recesa
no siempre advertiremos cada pieza,
pero se van juntando cicatrices.
Ya lo ves, unirse y desunirse
es el voraz destello del ocaso
y uno pregunta entonces, por si acaso,
¿me quiere, o no me quiere? y a mentirse
se aprieta en la garganta como un lazo, ya lo ves,
y tiende el corazón a arrepentirse.