El aire se está llenando,
se está llenando de acentos,
a todos los comunistas
quisieran tenerlos presos.
Por las calles va brotando
un negro presentimiento,
porque quisieran matarlos
en cuanto puedan hacerlo,
en pesares y agonías,
con prolongado silencio;
una llovizna de sangre
moja la cara del pueblo.
Que suelten a la jauría,
que desaten a sus perros,
muertes ni persecuciones
atemorizan al pueblo.
Que nadie derrame llanto,
que nadie moje pañuelos,
apretar más en el puño
la verdad del sufrimiento.
Pero que no se equivoquen
los fabricantes del miedo,
ni prisiones ni cadenas
atemorizan al pueblo.